Pero este tiempo, también lo es para empezar a preparar el huerto, y es que para tener lechugas en verano, cebollas y las patatas para octubre, hay que tenerlo limpio. Quitar las malas hierbas, para pasar al abonado y después plantar.
Con el abono que se ha guardado durante todo el año, se cubre con una capa el huerto, para que la tierra se nutra de potasio, nitrógeno y fósforo, y pasadas unas semanas, se ara la tierra.
Esta zona es mas de regadío, plantamos cebollas, puerros, lechugas, acelgas y tomates, aunque también plantamos, patatas y berzas; con lo que nos aseguramos una buena despensa para el invierno.
Se puede plantar un semillero ya en Enero o Febrero, depende de las plantas, y pasarlo al huerto; o también se puede comprar ya de semillero.
El huerto tiene que estar organizado, para que no se mezclen lo que plantamos. Se crean bancales o sucos, en los que se irán sembrando las diferentes cosas, con pasillos entre ellos para que podamos hacer podas, quitar malas hierbas, limpiar, y recoger los frutos, y otros pasillos para que el agua de riego llegue a todas partes.
Cebollas recien plantadas
Hay variedades distintas de cada planta, que hay que tener en cuenta a la hora de decidir lo que queremos plantar: el tiempo que tarda en crecer y madurar, el agua, el tiempo en la que se siembra y otros factores.
Lo que presta recoger la verdura rica y tierna en verano, hace que se olvide el tiempo que se dedica a ello.
¿Y vosotros, tenéis huerto?
Un saludo